La vida se complica para las empresas. Cada vez los productos y los servicios se asemejan más, damos la calidad por sentada y las tendencias cambian a gran velocidad. Lo que no cambia es que las personas queremos que nos reconozcan, sentirnos importantes, autorrealizarnos.
Se ha demostrado que somos seres emocionales en lo que respecta a nuestro comportamiento como consumidores. De hecho, el 95% de las decisiones se toma de forma emocional. Así pues, el objetivo será crear un vínculo emocional con nuestros clientes o potenciales clientes, si queremos influirles en sus decisiones de compra. El cliente toma el mando y lo más valioso para las empresas pasa a ser la relación con sus clientes. De ahí la importancia del customer experience.
En este taller de forma muy práctica analizaremos: